Conducir es de por sí una actividad de alto riesgo. Por más experiencia que tenga el conductor y por más cuidado y precauciones que se tengan a la hora de manejar nunca se está completamente exento de verse involucrado en un accidente de tránsito. Ya sea por cuestiones fortuitas o por la irresponsabilidad de un conductor o peatón en la vía, siempre se corre con el riesgo de sufrir un accidente. Las cifras de la Agencia Nacional de Seguridad Vial son alarmantes y demuestran lo complicado que es manejar en Colombia. Sólo en el 2020 se reportaron 5.458 personas fallecidas como producto de accidentes viales, tanto en peatones como en motocicletas y vehículos.
Incluso si dejamos de lado las víctimas mortales, los accidentes automovilísticos producen inconmensurables consecuencias para los involucrados. Las pérdidas monetarias para todas las partes involucradas, tanto por lesiones personales como a causa de los daños producidos a los vehículos, resultan alarmantes. Si, además, a estas estadísticas añadimos los más de 30.000 accidentes de tránsito anuales que se producía ya hace más de 5 años en 2016 (a carencia de datos actuales) y los hurtos anuales de vehículos y motocicletas (que se situaban en 10.500 y 35.700 respectivamente en el 2019), es claro que se corre con una gran cantidad de riesgos y vulnerabilidades que hacen obvia la necesidad de manejar asegurado.
Si bien muchos colombianos consideran que con el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito es suficiente, la verdad es que este seguro cuenta con numerosas y sustanciales limitaciones que a veces se ignoran y que son completamente superadas por el cubrimiento del seguro voluntario de todo riesgo. La primera y más importante de las limitaciones es que, el SOAT cubre únicamente los gastos médicos de los heridos en un siniestro vial, mas no cubre ningún daño de tipo patrimonial. Esto quiere decir, que en caso de que su vehículo haya resultado dañado por consecuencia de un accidente el SOAT no responderá de ninguna forma. Y no sólo no cubre su propio vehículo. En caso de que se hayan producido daños adicionales tanto al patrimonio público como privado en el accidente, estos tendrán que ser cubiertos de su propio bolsillo y lo obligarán a incurrir en gastos y pérdidas millonarias.
Esta es, justamente, la primera de las grandes razones por las cuales contar con un seguro todo riesgo resulta obligatorio para manejar con total seguridad en cualquier ciudad del país. Este seguro está diseñado para protegerlo a usted, a los suyos y a su bolsillo frente a todas aquellas situaciones y obligaciones que puedan surgir como producto de un accidente vial.
Por un lado, el seguro todo riesgo se encarga de todas aquellas responsabilidades civiles extracontractuales en las cuales se pueda ver obligado usted a pagar como resultado del accidente. Es decir, que cubre todos aquellos gastos producto de los perjuicios patrimoniales y extrapatrimoniales que hayan sido causados al conducir y verse involucrado en un accidente. Y no sólo esto, porque como es bien sabido los gastos de un accidente se extienden en numerosas ocasiones más allá de los mismos daños producidos en él. Y esto se debe a que la definición misma de las responsabilidades o incluso el reclamo del pago de los perjuicios cuando la responsabilidad fue producto del actuar ajeno puede acarrear consigo procesos legales que resultan lentos y, sobre todo, sumamente costosos. Por esto, el seguro todo riesgo incluye también un servicio de asistencia legal telefónica y/o en el sitio para los casos de accidente. A fin de cuentas, el seguro todo riesgo lo mantiene a usted, a su familia y a su bolsillo asegurado por todos los flancos en caso de accidente.
Por el otro lado, los seguros todo riesgo son tan completos que no reducen sus ventajas al eventual caso de un accidente. Por el contrario, estos seguros cuentan con asistencias de viaje y servicios de valor agregado que hacen de ellos uno de esos ítems obligatorios que no podemos olvidar contratar para vivir con tranquilidad. Dentro de estos beneficios se encuentran: revisiones de vehículo para viajes que te darán la seguridad necesaria para viajar en familia; servicios de grúa ante accidentes o varadas; servicios de conductor elegido para planear tus salidas con responsabilidad; servicios de Carro-Taller para despinchadas; envíos de gasolina, cerrajería o bate; seguros de pequeños accesorios de tu vehículo que cubre todo tipo de elementos de tu vehículo en caso de hurto (como espejos, radio, emblemas externos, lunas retrovisores, antenas de ruedas, bombillos externos, entre otros); y otros más.
En fin, el seguro todo riesgo cuenta con una cantidad de beneficios y cubrimientos especialmente diseñados para darle a usted y a toda su familia total tranquilidad a la hora de conducir. Este se ha vuelto uno de aquellos elementos imprescindibles que le brindarán a toda su familia la seguridad que necesita en caso de cualquier eventualidad.
